Un hombre fue despojado de su celular por un par de agentes de Guadalajara, pero uno de ellos subió su foto al perfil de Twitter del dueño del celular, y tras ser identificado, enfrenta un proceso por robo
Guadalajara. Un policía de Guadalajara está a punto de quedarse sin trabajo y con la posibilidad de ir prisión, luego de que el domingo pasado posteó una fotografía suya en la cuenta de Twitter de un joven, al que horas antes le exigió su teléfono celular para no enviarlo a la cárcel por caminar en calles tapatías con aliento alcohólico.
Con temor a represalias del uniformado que le robó, Jorge de 33 años, relató lo sucedido alrededor de las 2:00 horas de este domingo en la calle Lerdo de Tejada a dos cuadras de la avenida Chapultepec en la colonia Americana, al poniente de la ciudad.
“Me había tomado unas chelas, iba caminando y hasta ahí no hay delito. Entonces dos policías me paran para una revisión de rutina y me dijeron que les gustaba el teléfono y que si se los daba a cambio de soltarme y que si no me podían inculpar de lo que ellos quisieran y que si llamaban a la patrulla todo valía madre y no podían hacer nada, entonces por el miedo les di el teléfono”, recordó.
La mañana del domingo, con la resaca de haber perdido su móvil, el joven acudió ante autoridades municipales y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco (PGJEJ) a denunciar al elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
“No se vale, por eso decidí denunciar. Les di el teléfono porque no sabía que me iban a hacer. La palabra de un policía contra la de un borracho, no es lo mismo, yo tenía todas las de perder aunque no haya hecho nada. Pesa más la palabra de dos policías”, explicó.
Unas dos horas después de presentar las denuncias, descubrió que en su cuenta de Twitter alguien ya había cambiado su foto de perfil.
“Seguramente no supo usar el aparato, se tomó una foto con su teléfono nuevo y la posteó en mi perfil”, advirtió.
Luego de que el policía se "identificó", dejó el patrullaje en las calles y ya se encuentra a disposición de las áreas de asuntos internos del ayuntamiento y el jurídico de la corporación.
Carlos Amaral, vocero de la policía municipal, advirtió que si el uniformado (de quien se negó a proporcionar su nombre) es encontrado culpable podría ser dado de baja. No obstante, Jorge teme represalias.
“No sé si llegar a dormir a mi casa. A lo mejor me tengo que cambiar de casa ya. No sé que vaya a pasar. No tengo ninguna certeza. Él tiene mi teléfono y ahí van muchos de mis datos, francamente tengo miedo”, reconoció.
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